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“¡Yo sé construir!”, Nahle

  • Foto del escritor: EDGAR HERNÁNDEZ
    EDGAR HERNÁNDEZ
  • 17 oct
  • 3 Min. de lectura

@LineaCaliente


Edgar Hernández*


De cara a una relación con Claudia Sheinbaum caída por sus desatinos, ante un pueblo enardecido que le grita su incompetencia y con una imagen en el piso, la gobernadora Rocío Nahle, ante el desastre y muertes en la huasteca, acude a la muletilla de “¡Yo se construir!”.


La próxima merecedora, de nueva cuenta, al galardón de la “peor gobernadora” de parte de las encuestadoras nacionales, si que anda desesperada.


Sabedora que no puede pisar Poza Rica, ni Papantla, ni Álamo, ni el Higo, ni Pánuco, ni a ninguno de los 46 municipios bajo las aguas hasta hace unas horas en donde la penosa tarea de los caídos es ir a enterrar a sus muertos y tratar de levantar sus casas, acude de manera desesperada al “¡Yo sé construir!”.


“¡No hay problema con los recursos!”, grita desesperada a sabiendas que, por arrogancia, acaso por desinformación, o tal vez por interés personal, dejó pasar el seguro de desastres dejando en la orfandad el levantamiento que dejó el desastre natural del pasado fin de semana.


“No, no. Yo me voy a encargar de recuperar, de reconstruir Poza Rica y Álamo. Si algo sé hacer, es construir”, grita cuando un hilillo de sangre corre por la comisura de sus labios.


Olvidó que no supo construir Dos Bocas. Olvida asimismo la diferencia entre ingeniería y arquitectura -ella es Ingeniero Químico con especialidad Petroquímica y diplomada en Ingeniería en Procesos-.


Pero ¿Para qué acordarse de Dos Bocas?


Quién quiere regresar al imaginario colectivo el triple gastado, el triple de lo presupuestado -240 mil millones de dólares- en una refinadora que solo refina desilusión y coraje y que gracias a lo mal construida y lo sospechosamente manejados sus recursos, produce menos de la tercera parte de lo previsto.


No son los 20 millones de litros diarios de crudo que asegura la Sheinbaum produce la petroquímica. Vaya ni siquiera los 370 mil barriles que prometió López Obrador. Dos Bocas opera al 30% de su capacidad.


Por ello no cuadra el "¡Yo sé construir!".


El enojarse y lanzar mentadas de madre a sus colaboradores en nada ayuda ante el tremendo regaño que recibieron ella y el alcalde rata de Poza Rica, el “Pulpo” Remes, de parte de una presidenta verdaderamente molesta y cuyo enojo no fue porque la haya increpado la población airada, sino porque los responsables no se ocuparon en tiempo en forma, ni alertaron a la población y porque dejaron en manos incapaces tan importante responsabilidad de salvar vidas.


Es el enojo por no mostrar compasión por los veracruzanos en desagracia, por solo ocuparse de la foto y el desbordamiento “ligero” del Cazones y observar desde un helicóptero la tragedia.


También porque ni siquiera se atrevieron a mojar sus finos calzados.


El “¡Yo sé construir!” de Nahle habrá de pasar a la historia como la más absurda salida a un problema real. Quedará para el anecdotario de “¡Creo que murió de un infarto!” y como, de manera por demás ignominiosa, fue apartada por orden presidencial, de las tareas de ayuda a damnificados. Claudia Sheinbaum prefirió ir a la zona del desastres -a "El Higo"- sola que mal acompañada.


Es el ir protegiendo su investidura a una de las zonas más afectadas por las lluvias para levantar un censo y apoyar.


Es el ir sola para evitar el descrédito y mentadas de madre.“


¡Yo se construir!” es, sin embargo, la pretendida salvación o puerta de escape al vacío de la dama de Zacatecas.


Tiempo al tiempo.


*Premio Nacional de Periodismo


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