Nahle, el otro informe
- EDGAR HERNÁNDEZ

- hace 12 horas
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@LíneaCaliente
Edgar Hernández*
Pasada la borrachera del primer informe de Rocío Nahle -fiesta, alegría, corrales VIP para Noroña e invitados especiales y mucho incienso de falsos indígenas, no se sabe si del Totonacapan o del mercado Jauregui- la realidad asoma.
Es el saldo de un año de gobierno plagado de crímenes sin resolver, asesinatos en plena calle tras disputas callejeras de los Carteles, infartos ficticios como el de la maestra Irma Hernández, sometida y ultimada por el “Grupo Sombra”, y una tremenda inundación, tardíamente atendida que destruyó más de 70 municipios dejando enfermedades, pobreza y abandono.
Todos de la mano de equiperos quienes, durante sus comparecencias ante el Congreso del estado, previo al informe de la gobernadora, mostraron supina ignorancia de los temas de las oficinas bajo su responsabilidad misma que se vio acompañada de la burla ciudadana.
Fue un año de observar excesos, lujos que acompañan a la mandataria -esos convoyes tipo Isabel II- repetidas visitas a la nada de parte de la presidenta Sheinbaum a nuestra tierra donde ha sido abucheada, y cero respuestas al reclamo ciudadano ante la escasez de medicamentos, corruptelas y desvíos en la educación donde la maestría es el chisme de vecindad, magros resultados en materia de seguridad civil y pública y el turismo en manos de un despistado -regañado en público por Nahle- y un titular de Economía que resuelve al más puro estilo cantinflesco.
Es la presunción de un falso saldo favorable en materia de deuda pública que, en efecto, bajó en un 42% pasando de $119,388 millones de pesos a $69,645 millones de pesos, pero fue gracias a que el gobierno de Sheinbaum perdonó esos adeudos que se tenían con el SAT e ISSSTE.
Fue como si se cambiara la deuda de un bolsillo a otro ya que la verdadera deuda pública, la que se tiene con la banca privada, la de los casi 70 mil millones de pesos, esa no se tocó ni abonó cantidad alguna para bajar el pago de intereses.
Fácil, por tanto, presumir con sombrero ajeno, es decir, apropiarse del mérito o los logros de otro u otra para presentarlos como propios.
Esa es la complicidad, el estilo que se da entre mafiosos.
Llega a su fin la fiesta del primer año en medio del enojo de comerciantes, transportistas y taxistas que de jueves a domingo vieron cerrado el centro histórico por los preparativos de una fiesta falsa donde la cara bonita la dio el orden y cero reclamos de los “invitados” -una burocracia y acarreados de 20 municipios- cuyos transportes bloquearon veinte calles aledañas al evento.
Fue, en efecto, todo un acontecimiento donde la reina flotó y siguió flotando vestida de blanco con una corona de flores entre el humo del incienso, los aplausos, vivas y el confeti multicolor, fanfarrias, vivas y el ¡Dios la cuide!Nunca se había oído tantas ¡Viva Zacatecas!, ni endiosamiento igual y eso que hemos tenido ídolos como el atarantado y el ególatra de Yunes Linares.
Fueron, en fin, dos caras de una realidad.
El festejo termina ¡Dios Bendito! y regresamos a nuestra realidad nada grata por cierto.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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