Nahle, atropellada por la criminalidad, se lleva entre las patas a Sheinbaum
- EDGAR HERNÁNDEZ

- 25 nov
- 3 Min. de lectura
@LineaCaliente
Edgar Hernández*
Claudia Sheinbaum tuvo ayer un desayuno amargo.
Vino a refugiarse a un imaginario remanso veracruzano luego de una semana crítica donde la violencia de su gobierno a nivel nacional mostró su real rostro, para encontrarse con un Veracruz bañado en sangre.
Es el aviso, uno más, del crimen organizado que se mueve en las entrañas del obradorismo y con una profunda inconformidad manifiesta en violencia ante el crecimiento del cartel “Grupo Sombra”, en abierta lucha con el CJNG, que al amparo del Nahalismo busca el control del huachicol fiscal, el trasiego de drogas y el paso de migrantes.
No hay otra razón que explique el coincidente asesinato del del líder social Juan Carlos Mezua Campos exalcalde de Zongolica a manos del grupo criminal el “Cartel de las Grúas” que opera de Orizaba hacia toda la zona de las Altas Montañas.
Mezua fue ultimado en su propiedad, en “Piedras Blancas”, que se ubica muy cerca del cuartel de la Guardia Nacional.Sus victimarios iban vestidos de policía.
Al asesinato, amén de la disputa territorial, forma parte de una escalada de exterminio los liderazgos locales que llaman al despertar social, a la insurgencia ante la incompetencia y corrupción de Morena hecha gobierno.
Al crimen Mezhua Campos, se suma a la de 14 alcaldes, políticos y un legislador, todos empeñados en la resistencia política y buscar, por la vía institucional, el camino partidario con nuevas opciones de cambio.
La muerte de este líder comunitario con arraigo en la sierra, cercano a las comunidades indígenas y con una trayectoria marcada por la organización ciudadana, es parte de una lucha nacional que revienta en Uruapan tras el artero asesinato de Carlos Manzo.
Es la resultante de la alianza del gobierno -federal y estatal- con los carteles. Es, ni más ni menos, la herencia de López Obrador que nos lega a partir del 2018.
La noticia del asesinato de Mezhua que dio la vuelta al mundo, se sucede en el marco de la visita presidencial preparada para el lucimiento, para mostrar el músculo del castrense, para que la jefa se luciera con el discurso del ¡no pasa nada! y para que la Presidenta acuerpara -una vez más- a la repetidamente deslucida gobernadora Rocío Nahle a quien todo lo que hace le sale mal.
Si pone un circo le crecen los enanos, la mujer barbuda se le acaba de jubilar porque se volvió lampiña y a sus elefantes les da diarrea.
Tiene mala suerte y para un político eso es fatal, simplemente a la pobre de Nahle todo le descuadra.
Sea que ponga a comparecer a su staff de primer nivel ante los diputados o se enreda como Cantinflas, tal como sucedió con el de Desarrollo Económico, Ernesto Pérez Astorga, o a que nos ilustre el de Turismo, Igor Roji, con la aparición de nuevas playas a cien kilómetros del mar, o el último de la clase, el de Seguridad Pública, el vicealmirante de tierra, Alfonso Reyes García, a quien se le olvidó el acordeón y no supo que decir.
El punto es que el gobierno parece un circo sin taquilla.
Por mas ganas que le ponga y por mas temprano que se levante y que vaya a Catemaco a las limpias, todo se le apesta, se le echa a perder.
Tan es así que lo que sería su lucimiento total este fin de semana con la visita presidencial se convirtió en una tragedia.
El exalcalde de Zongolica, Juan Carlos Mezhua, convocado bajo engaños a la comunidad de Piedras Blancas, fue baleado ayer a temprana hora por un grupo armado justo a la hora en que Nahle desayunaba con Sheinbaum.
Su asesinato recorrió en minutos el país donde la opinión pública coincide en que la criminalidad es más puntual con la agenda política que la propia Presidencia de la República.
El asesinato nos regresa a la memoria que en menos de un año se sucedió otro homicidio.
Fue en contra del diputado federal Benito Aguas, del Partido Verde, también ex alcalde de Zongolica, victimado a balazos el 9 de diciembre de 2024 y que semanas antes del sacrificio de Mezhua, otro exalcalde, Lázaro Francisco Luria, de Chinameca, fue acribillado en Oteapan.
En Veracruz la disputa entre once Carteles y en lo particular entre los dos arriba citados en disputa territorial por la zona de las altas montañas hasta el norte frontera con Tamaulipas, se debe al transito natural del fentanillo, al trasiego, a que es el refugio del Grupo Sombra -por lo escarpado de la zona montañosa- con apoyo del “Cartel de las Grúas” con dominio territorial de Orizaba a Zongolica, les garantiza cuantiosos ingresos y a que en ese corredor se espera revivir el tráfico de migrantes.
Esas son las causas de tanta violencia al amparo de la autoridad que solo deja hacer y deja pasar.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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