COMO NAIPES
- CARLOS RAMOS PADILLA

- 22 jul
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CARLOS RAMOS PADILLA
Los señalamientos derivados de investigaciones y declaraciones en Estados Unidos han puesto en jaque a la política nacional. Independientemente de alguna acción legal contra los implicados se comprobó los nexos del gobiernos de amlo con grupos delincuenciales y la altísima corrupción dentro de las esferas de la burocracia. La danza de millones es verdaderamente impresionante y nada comparable con lo que se sospecha saquearon en otros sexenios.
Como naipes y abrán de caer mientras muchos se preparan para huir y convertirse en prófugos. Las advertencias van siendo muy claras. Los señalamiento de lavado de dinero a bancos privados son la antesala de explorar las operaciones del Banco del Bienestar.
El AIFA es ya señalado como un centro de operaciones de aviones de Venezuela e Irán para el trasiego de drogas. Las dependencias públicas bajo la lupa de severas auditorías, incluyendo aduanas y migración. Las listas de sospechosos, no importa si son 15 o 40, ya involucran nombres de políticos, empresarios y militares.
El caso del General Cienfuegos se convierte en un dolor de muelas para el oficialismo. Lo que ocurre en estos momentos es que el gobierno reduce la confianza y su capital político. Morena está en riesgo de perder gubernaturas y las intermedias del 27. El peor error cometido es creerse superior a las leyes.
Pemex tendrá que rendir cuentas de cómo pasó de una industria que soportaba la economía nacional a una quiebra insultante. El gobierno deberá rendir cuentas del otorgamiento de combustibles a Cuba y a cambio de qué. En algún momento se concluirá con la “reserva de información” del Jumbo que despegó de México con terroristas iraníes y siendo boletinado por autoridades internacionales.
Las finanzas nacionales no estirarán más ni para mantener el programa de jubilaciones ni para sostener las obras faraónicas que son un barril sin fondo. Poco a poco los ahora petardos serán granadas de expansión que tocarán a personalidades que se han creído impunes y protegidas. Cayendo uno caerán otros.
Cada vez más es recurrente aquello de que “solo no me voy” y saben y bien que no todos, si la mayoría para salvar el pellejo o en su caso reducir sentencias, “soltarán la sopa” la traición los ha caracterizado y no veo por qué tendría que modificarse esa conducta.
Este quizá, porque así lo han permitido ellos, es el inicio de sexenio más endeble, tropezado, cuestionado y perseguido.
La habilidad de mentir se está agotando y la protección a los todavía incondicionales costará muy pero muy caro.
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