PRUEBAS, MÁS PRUEBAS

SE COMENTA SOLO CON

CARLOS RAMOS PADILLA

El retador esquema de “deben pruebas” impulsado por amlo y seguido por Sheinbaum los está llevando a un callejón bloqueado. Las cada día más contundentes muestras de cercanía entre los tabasqueños amlo y Adán Augusto hacen imposible sostener que no estaban vinculados a muchas y varias decisiones, incluyendo el conocimiento pleno de la corrupción burocrática y las ligas con el crimen organizado.

Eran escandalosas las contribuciones económicas desprendidas del huachicol, la extorsión, derecho de piso, eventos que incluso escalaron a revisión legales en el extranjero. La investidura presidencial era la cobija más gruesa para no frenar estos ilícitos y más allá, recibir protección política.

Lilly Téllez ha expuesto las serias heridas que han abierto los morenistas en el país. Sus contribuciones bien informadas han tocado tribunas internacionales mientras en México se finge la aplicación de una “honestidad valiente” y la convicción de que hay malas intenciones para confrontar a amlo con Sheinbaum.

La opositora María Elena Pérez Jaén ya solicitó formalmente la expulsión de Adán Augusto de sus cómodas posiciones en la Cámara Alta.

En la tribuna senatorial Alejandro Moreno, presidente del PRI, denunció públicamente a Adán Augusto como narcopolitico. No hubo miramientos, sí pruebas de los abusos y anomalías perpetradas desde el gobierno estatal de Tabasco y luego en la Secretaría de Gobernación donde, entre otras, se dio a la tarea de impulsar a Andrea Chávez, “serénate, de Palacio Nacional yo me encargo” le prometía.

El espaldarazo de su “hermano” Andrés Manuel le permitía incluso creerse dominante en los pasillos donde transita Sheinbaum.

Ahora no sólo son las pruebas de la sociedad, de las indagatorias periodísticas, de los documentos de Alejandro Moreno, sino que se suman las declaraciones del líder de la “barredora”, recién detenido.

Alejandro Moreno en conferencia de prensa presentó el organigrama del narcogobierno con evidencias, nexos, complicidades y negocios que resultan pruebas contundentes que incluso ya están en poder del FBI y de la DEA.

La imposición de Hernán Bermúdez bajo determinación de amlo y Adán Augusto le regaló una extraordinaria autoridad para el latrocinio, para obligar y exigir al empresariado local consumir combustibles derivados del huachicol.

La estructura criminal operativa desnudada por Alejandro Moreno es más que contundente, no da espacio a recibir réplicas.

El PT y el Verde Ecologista, mercenarios de la política han marcado distancia de este escándalo y empiezan a pisar los terrenos de una fractura y traición política.

Defendiendo la proliferación de estiércol puede que las salpicadas toquen también a algunos de sus líderes. Los títeres ya quieren cortar los cordones que les manipulan sobretodo con el que se siente encumbrado Manuel Velasco que recibe besos en la mano de la presidenta (con a) quien en alguna ocasión amenazó, por órdenes de Palacio y Gobernación, a su “hermano” por haber dado a conocer audios de la campechana Layda Sansores.

“Se van a ir con todo”, señaló el  líder de la bancada del PVEM quien además advirtió que fue llamado a una reunión con Adán Augusto entonces secretario de gobernación. Amlo exigía respaldo a su Reforma Eléctrica y le dejó claro el mensaje al priísta advirtiéndole que le hablaría en clave: 

• Nuestro amigo, nuestro hermano, ya sabes quien?  

• El dos?

• Si, hablo con su jefe ahí enfrente de mi.

• Ok,si…

• Que si no jalabas se iban a ir con todo.

  
  

Y todo esto va hilado ya que durante la gestión de Velasco proliferó el narco y se denunció varias veces la fuerza de “los Motonetos” en San Cristóbal de las Casas y en Tuxtla Gutiérrez además de la escalda de la crisis migratoria que permitía el libre acceso al país de delincuentes y guerrilleros centroamericanos.

Alejandro Moreno, si de algo puede presumir, es de su detallada memoria que lo hace realmente peligroso para los cercanos al “gallito feliz”.