Mafia a la mexicana
- EDUARDO GARCÍA ANGUIANO

- 26 sept
- 2 Min. de lectura
Eduardo García Anguiano
La forma mafiosa de delinquir se ha instaurado en México.
El término "Estado mafioso" se emplea para describir al crimen organizado que no sólo ha penetrado, sino que se ha fusionado con las estructuras del gobierno, por lo tanto, los intereses del Estado y los de las organizaciones delictivas se vuelven consustanciales.
La forma para identificar un “Estado mafioso” radica en la unión entre el gobierno y la mafia, donde la estructura estatal se pone al servicio de los negocios ilegales y puede incluir a jueces, legisladores, a las fuerzas armadas y a funcionarios del poder ejecutivo y sus dependencias, que se convierten en miembros activos de la delincuencia organizada. Algunos ejemplos de países donde ha sucedido el fenómeno son: Montenegro, Kosovo, Guinea-Bissau, Venezuela, Afganistán y Bulgaria, ¿qué sucede en México?
Antecedentes.- Cuando “Los Zetas” se separaron del “Cártel del Golfo” realizaron actividades de extorsión, “Los Caballeros Templarios” también cometían ese delito además de emular los códigos de la mafia. Recuerden que la mafiosos sicilianos empezaron robando ganado, chantajeado, extorsionando y su forma de violencia preferida era el asesinato.
“La Barredora”.- Desde las estructuras estatales de una entidad federativa se dirigían diversas actividades delincuenciales denunciadas por las actuales autoridades locales. Esa organización delictiva cometió delitos federales y del orden común y estuvo protegida por dos titulares del poder ejecutivo local, así como por diversos funcionarios federales que también la ampararon.
“El huachicol fiscal”.- Huache o guache para la Academia Mexicana de la Lengua en su Diccionario de Mexicanismos, nos dice que es donde habitan los mayas, su significado es el de ladrón, además de ser un apodo para forastero; también la palabra describe una bebida alcohólica adulterada. Altos niveles de las fuerzas armadas navales, junto a otros de menor rango, se involucraron en el tráfico ilegal de combustibles, popularmente llamado “huachicol” y ahora en esta caso “fiscal”, por lo que se colocaron en un tipo penal propio de la delincuencia organizada tipificado en la ley mexicana, además de otros del orden común.
El primer escenario que se vislumbra para el país es el de conservar el statu quo, minimizar el impacto en la opinión publicada y “torear” a los estadounidenses y existe un segundo: avanzar hacia la instauración material (no sólo formal), de la “quinta transformación”: la plena vigencia del Estado Constitucional de Derecho.
El periodista Francisco Garfias expresó: “Si Al Capone viviera lo traerían de chofer...”.
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