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El peligro nuclear

  • Foto del escritor: EDUARDO GARCÍA ANGUIANO
    EDUARDO GARCÍA ANGUIANO
  • 23 oct
  • 2 Min. de lectura

OPERACIÓN SEGURIDAD


Eduardo García Anguiano


Provechosa y peligrosa: la energía nuclear es ambivalente según su uso.


En estos días nos hemos enterado de los asesinatos en Michoacán de Ocampo, sobre la situación de la desaparición forzada en el país que desde hace tiempo se analiza en instancias de la ONU y de que el INEGI dice que seis de cada diez mexicanos se sienten inseguros, sin embargo, existen otros problemas activos que subyacen en la agenda de riesgos nacionales.


En materia de protección civil la situación del cambio climático ha originado peligros naturales desde hace ya varios lustros, Acapulco fue el mejor ejemplo y ante la falta de previsión de los gobiernos, el pueblo ha sufrido las consecuencias en su existencia y patrimonio perdido, como se puede ver en Veracruz y Puebla.


Agrego que se cumplen 80 años de las explosiones de la bomba atómica en Japón. Posterior a la primera detonación nuclear en Nuevo México, los ataques contra Hiroshima y Nagasaki demostraron que las armas nucleares al usarse causan daños catastróficos intergeneracionales.


Los hibakusha (palabra japonesa que significa "persona afectada por la bomba atómica") y los downwinders (individuos en Estados Unidos de América que estuvieron expuestos a la contaminación o lluvia radiactiva de pruebas atmosféricas o subterráneas de armas nucleares y de accidentes nucleares), han promovido sus ideas con la finalidad de que nunca más se vuelvan a emplear armas atómicas.


No olvidemos que el lado beneficioso de la energía nuclear también puede generar peligros de muerte. Nosotros empleamos esta energía para usos médicos e industriales; en cuanto a los primeros, se ejecutan traslados de material radiactivo vía terrestre y hemos visto los accidentes mortales que sufren los transportes de materiales peligrosos incluso en la propia capital del país.


México cuenta con una central nuclear para generar energía eléctrica ubicada en Veracruz, estado donde se carece de planes y acciones sólidas de protección civil. En los Estados Unidos de América existen 10 plantas nucleares para producir energía eléctrica en los estados fronterizos a nuestro país, que incluyen a la central de “Palo Verde” la más grande de ellas ubicada en Arizona, por lo que atentados terroristas, sabotajes o accidentes (recuerden Chernóbil), son un grave riesgo para el territorio al sur del río Grande o Bravo, como lo llamamos nosotros.


Estas dos condiciones sugieren alertar sobre el reforzamiento de programas de protección civil para prevenir y mitigar los posibles riesgos, ¿se imaginan un atentado, sabotaje o accidente nuclear en EE. UU. o en un estado que no tiene la capacidad preventiva y reactiva suficiente ante unas lluvias?


Albert Eistein expresó: “El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón”.

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