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Crecimiento económicos bajos resultados de la autollamada 4T

  • Foto del escritor: VÍCTOR HUGO BARRERA
    VÍCTOR HUGO BARRERA
  • hace 55 minutos
  • 3 Min. de lectura

Víctor Barrera


De crecer este año por debajo del punto porcentual, se cumplirán siete años que nuestra economía no rebasa lo que tanto crítico Andrés Manuel López Obrador y que calificó como crecimientos mediocres, los cuales se ubicaban en promedio anual de 2.5 puntos porcentuales.


Tanto el oriundo de Macuspana, como Claudia Sheinbaum han llevado a la economía número 12 del mundo a no crecer y esto significa una gran pérdida en la creación de empleos formales, fijos y bien remunerados, en un sistema de salud cada vez más debilitado, con carencia desde medicamentos hasta recursos materiales y humanos para cumplir con el objetivo de atender adecuadamente a la población, pero lo más preocupante es que se tiene una recaudación débil que aporta poco para echar andar el motor de crecimiento a través de la inversión pública.


Tampoco existen las posibilidades de que la inversión privada, que ofrece el 80 por ciento de los empleos formales en el país, pueda despegar ante la desconfianza de este sector a las autoridades mexicanas, derivadas del clima de inseguridad y poco respeto al Estado de derecho.


A esto deberemos sumar un sistema educativo público incapaz de aplicar una capacitación adecuada a los jóvenes del país para poder competir en el mundo laboral con otras naciones.


Es cierto que estos problemas no son nuevos y tienen años enraizados en el país, pero para llegar al poder el grupo gobernante actual, ofreció un cambio de rumbo en las políticas públicas prometiendo que en tan solo seis años alcanzaríamos crecimientos económicos del 6 por ciento.


Esto por supuesto permitiría a la población salir de la pobreza sin que tuviera que regresar a ella, además de que se contaría con todos los servicios que ofrece el Estado: salud, educación, agua, transporte entre otros con la mejor calidad y óptima para la población.


Esto permitiría obtener mayores recursos, vía impuestos, para ofrecer esos servicios y también la oportunidad de apoyo a grupos vulnerables. Esto último después de alcanzar los crecimientos previstos del 6 por ciento.


Sin embargo, ante la necesidad de querer obtener mayoría en los gobiernos estatales, municipales y los congresos locales y el federal, Morena se dedicó a establecer demasiados programas sociales, que se convirtieron en moneda de cambio para obtener el voto popular. Factor que motivó mayor endeudamiento del país, duplicando en tan solo seis años la deuda pública nacional.


Todo esto ha colocado al país al borde de la crisis económica, con una debilidad en crecimiento lo que convierte la perspectiva sombría para los próximos años, si no se da un giro completo en la política pública hasta ahora aplicada.


Es decir, establecer una política económica con objetivos a corto plazo, con un gasto administrado y enfocado a la inversión para generar riqueza y no al reparto de los recursos que solo genera el reparto y socialización de la pobreza.


Los presupuestos otorgado en las más recientes administraciones, dese 2018 a la fecha, presentan presupuestos grandes, el problema es su mala administración y la consecuencia es que el sistema de salud está totalmente rebasado ante la demanda de la gente, la infraestructura carretera en todo el país presenta baches enormes, la red de distribución de agua con más de 70 por ciento de tubería con fugas, un alto nivel de inseguridad y edificios públicos que se caen a pedazos por falta de mantenimiento.


De todo esto se ha querido culpar a las administraciones anteriores al 2018, pero ellos ya cumplieron un sexenio y van por el segundo sin dar resultados palpables, se habla de las mega obras de López Obrador, pero estas siguen siendo subsidiadas con recursos públicos que quitan a estados y a sectores productivos, como el campo, la industria y construcción, ocasionado el incremento del desempleo, mayor informalidad.


Y lo peor es que la corrupción dentro de los sistemas de gobierno, municipal, estatal y federal se incrementó. Esto es la realidad que no se quiere que se vea de parte del gobierno, porque si la percepción de la gente logra poner atención a esto, Morena podría empezar a perder poder desde ahora, llegar minado al 2027, perdiendo su mayoría legislativa en los estados y federal y posiblemente repercutirá en el 2030 perdiendo la presidencia de la república.

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