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ADULACIONES

  • Foto del escritor: CARLOS RAMOS PADILLA
    CARLOS RAMOS PADILLA
  • 8 oct
  • 4 Min. de lectura

SE COMENTA SOLO CON


CARLOS RAMOS PADILLA


Lo que no se vió ni se dijo. Claudia Sheinbaum intentó dar una muestra de músculo político en el zócalo. Y refiero a que lo intentó porque sabemos que no fue voluntario ni espontáneo.


Se hizo gala del acarreo, del corporativismo sindical y de la cuota de trabajadores obligados a ir a cambio de no recibir sanciones administrativas. Se dijo arropada y en su voz expresó que va bien, que la gente la quiere y que sus índices de aprobación son satisfactorios.


Elementos que contrastan a los movimientos crecientes de resistencia social, a las miles de víctimas de la inseguridad y el desbasto de alimentos, los deudos de desaparecidos, entre otros.


El auto elogio es superficial y el oficialismo requiere de observar cercanas a multitudes para recibir reconocimiento.


Un gobierno eficiente, activo, honesto y con resultados no requiere de asambleísmos callejeros.


Fue notable el cambio de tono en su discurso, se cree empoderada disfrazando las fracturas en su círculo cercano, en Morena y en varios gobiernos estatales. Aún así la temeridad en sus argumentaciones fue en exceso sobre todo para defender a amlo.


“Vamos bien. Lo estamos haciendo bien”, omitiendo el peor fracaso financiero de uno de los que fue pilares de la abundancia: Pemex. Tampoco rozo siquiera el caso Segalmex o las preocupantes advertencia de explosivos en la UNAM. Aún así aseguró que hay disminución en la pobreza.


Con el estallido de asuntos como narcolaboratorios, migración, suministro de combustible a Cuba, huachicoleo fiscal, corrupción gubernamental y La Barredora, su oferta fue señalar que se han reducido los homicidios dolosos y se ha golpeado la estructura del crimen organizado.


El espaldarazo político sin duda para su delfín Omar García Harfuch y la disimulada pero evidente desaparición de los “abrazos, no balazos”.


México en este último año muestra una deplorable política exterior a tal grado que la presidenta (con a) ha sido considerada persona non grata en Perú y al transcurrir de doce meses no ha tenido un encuentro presencial bilateral con el presidente de los Estados Unidos. Ella ni siquiera fue considerada como invitada a la ceremonia en el Capitolio. Aún así considera que ha sabido manejar la relación con el gobierno del republicano cuando el magnate asegura que “México hace lo que él le dice”.


Nunca antes un expresidente como amlo había sido tan perseguido, señalado como el líder de la peor administración de los recursos nacionales, hombre de mentiras no de palabras y con una familia bajo expedientes en el extranjero de sospecha en ilícitos.


Que en su gobierno vivió graves atentados como el de García Harfuch o el de Ciro Gómez Leyva. Pero para ella el tabasqueño es ejemplar, honesto, honorable, intachable, incapaz de cualquier traición o enjuague que le quieran atribuir y castiga a sus adversarios de querer enfrentarla con su antecesor, una narrativa escasa en credibilidad y de mal gusto ante una nación herida y con altos índices de deserción escolar.


Un expresidente que engañó a la población asegurando que el sistema de salud es mejor que el de Dinamarca, que el litro de gasolina costaría 10 pesos, que acabaría con el huachicoleo, que no talaría ni un solo árbol para construir al Tren Maya, que metería a la cárcel a los involucrados en corrupción del nuevo aeropuerto de Texcoco y que no endeudaría al país.


Un sujeto que desde la más alta tribuna se atrevió a defender a Bartlett, a Adán Augusto, a Andrea Chávez, a Fernández Noroña, a López Gatell, vió desmoronarse a canales estatales como elbnMexiquense canal 34, militarizó al país, abuso de los padres de Ayotzynapa y convivió con la madre del Chapo para incluso ordenar la liberación de su hijo Ovidio.


Siete años en que las desapariciones en México están en aumento y que las madres rastreadoras son consideradas como enemigas del gobierno.


La presidenta (con a) no dio cuenta de los subsidios onerosos al Tren Maya, Dos Bocas, AIFA, Mexicana de Aviación y la súper bodega de medicamentos.


Trata de generar confianza con una macroeconomía sana pero en el cotidiano vivir la sociedad paga y caro los costos de la inflación que incluso consume las dádivas que ella llama planes asistencialistas.


Crece alarmante la economía informal y el ambulantaje paga sus derecho de piso a líderes y funcionarios corruptos.


Hablar de oposición o disidencia política es considerada una amenaza nacional y se aplica la persecución de sus líderes como Alejandro Moreno o Ricardo Salinas Pliego.


La democracia responde a acordeones y el Estado de Derecho a tómbolas. El cierre de año se espera por demás tenso por las presiones políticas, económicas, comerciales y de seguridad impuestas por Estados Unidos; las confrontaciones internas en Morena, la probable detención de algunas figuras públicas y la caída sin precedentes de la diplomacia nacional y como ejemplo el nuevo embajador de nuestro país en Italia.


Los excesos se pagan muy caros y uno de ellos es llenar con sillerio el zócalo para asomarse a un falso espejo que solo ellos, en Palacio, ven.

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