EXCLUÍDOS DEL PARAÍSO
- EDUARDO TORREBLANCA JAQUES

- hace 2 días
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Eduardo Torreblanca Jaques
Los excluidos del paraíso tenemos la rara propensión de leer las cifras OFICIALES del rumbo de la economía de una manera distinta a como lo interpretan quienes sostienen que el país va bien y que irá mucho mejor el año entrante.
Esa certeza también la quisiéramos tener en beneficio del rumbo nacional.
El 2026 será un ciclo anual extremadamente complicado ya que se habrá de RENEGOCIAR el TEMEC bajo la óptica estricta, irritada e irrespetuosa de un mandatario, Donald Trump, molesto porque su vecino del sur se resiste a darle en “charola de plata” las cabezas de quienes desde la responsabilidad de puestos públicos, decidieron coligarse con la delincuencia organizada en lugar de cumplir responsablemente y de forma honesta sus funciones.
Aparte hay una lista de más de 50 obstáculos que Estados Unidos muestra como barreras no arancelarías a las que habrá que dar solución aunque existan varias instaladas en la difícil circunstancia de haber derivado de REFORMAS ESTRUCTURALES como se aplicaron en el sexenio anterior o en este y que involucran a Pemex, a la CFE y al Poder Judicial. ¿El gobierno está en voluntad de reajustar esos cambios?
El Banco de México ajusta su pronóstico de crecimiento nacional a 0.3% al cierre del año mientras transcurre el trimestre más lucidor para el consumo de la población. Los datos OFICIALES señalan que en los primeros nueve meses se creció 0.4% respecto al mismo período del año previo; -0.3% respecto al trimestre previo de este año y -0.2% contra el tercer trimestre del año anterior.
Un régimen que habrá ejercido entre 2019 y 2026 un presupuesto superior a los 62 billones de pesos y que casi consiguió duplicar la deuda pública en ocho años de mandato de gobierno, entrega malos resultados en cuanto a crecimiento se refiere.
Es probable que en el acumulado 2019-2025 el promedio de crecimiento económico por año sea inferior al 0.6% y el resultado como ciclo de ocho años siga en mal resultado al que se obtuvo entre 1982-1990. Casi otra década perdida.
Viene el aumento salarial que si se ajusta al referente de la inflación esperada no debiera superar el 6 por ciento pero tomando el referente de la necesidad de remunerar el mínimo con la garantía de que puede soportar la compra de dos canastas básicas alimentarias el incremento, visto en porcentaje debiera ser, NO PARA LA FRANJA NORTE SINO SOLO PARA EL RESTO DEL PAÍS de 16 por ciento.
Si finalmente es el criterio de capacidad de compra de dos canastas básicas alimentarias el aumento NO PARA LA FRANJA NORTE deberá ser, expresado en porcentaje total, de +16% aunque lo más seguro es que se aplique un incremento en monetario al que se le agregue un porcentaje de incremento referido a la inflación que se espera en este año. Lo que tendrá que evitarse es que el incremento al mínimo presione al resto de los salarios.
Es posible que se alcance la compra de dos canastas básicas con el salario básico pero no por mucho tiempo. A la vista las presiones inflacionarias que complicará el tablero económico doméstico. Sería recomendable que la Presidente convocara a un pacto que tratara de impedir excesos que agreguen dificultad en el manejo de la economía nacional pero ello se antoja imposible cuando desde la principal tribuna de expresión del Gobierno Federal se margina a quien no comulga con las ideas de quienes toman las decisiones fundamentales en este país.
Somos mexicanos también quienes leemos las cifras oficiales que a nosotros nos dicen que la economía atraviesa momento muy estrecho. Sabemos también que por esa afrenta hemos sido excluidos del paraíso.
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